Cuando pensamos en problemas de lectura, solemos imaginarnos a niños que tienen dificultades para decodificar las palabras de algún libro infantil, juvenil o cualquier otro tipo de texto y convertirlas en un lenguaje hablado. 

A este tipo de lector con dificultades le cuesta entender el significado de muchas palabras y tiene poca conciencia fonológica. Sin embargo, también hay muchos estudiantes que parece que leen de maravilla, pero tienen problemas con la comprensión del vocabulario, el lenguaje figurado, la inferencia, el razonamiento verbal y la expresión oral.

Sin embargo, una clave fundamental para que los niños y jóvenes tengan éxito en sus estudios es que comprendan y asimilen de manera correcta los conceptos que están aprendiendo. Por ello, en el siguiente artículo te mostramos 4 estrategias de comprensión de lectura que puedes utilizar en el aula para ayudar a tus estudiantes a mejorar en este aspecto. 

1. Relacionar el texto con los conocimientos y experiencias  

Esta estrategia es una de las más eficaces para perfeccionar la comprensión lectora. Consiste en  enseñar a los estudiantes a establecer conexiones entre lo que están leyendo y sus propias experiencias. En el proceso, la lectura adquiere un mayor significado personal.

Los conocimientos previos son los que los estudiantes ya tienen, lo que la persona aporta a su lectura. Cuantos más conocimientos previos tengan en un área determinada, más capaces serán de comprender lo que leen mejorando así su nivel de comprensión lectora. 

A medida que los estudiantes aprenden a establecer una relación entre las cosas que leen y sus propias vidas, comenzarán a desarrollar una base en la que pueden incluir nuevas ideas y conceptos. 

¿Cómo se puede enseñar esta estrategia en el aula?

Esta técnica comienza incluso antes de empezar a leer. Para llevarla a cabo, pídele a tus estudiantes que observen algún libro. Examinen la portada y comenten lo que ven en ella. Pasen juntos las páginas y lean la reseña de la contraportada. Luego, comenta con ellos de qué tema podría tratar la obra a partir de sus observaciones. 

2. Visualizar el texto

La visualización consiste en la creación de imágenes mentales con el fin de extraer el significado de un texto. Cuando se realiza la visualización, las personas forman imágenes en su mente de lo que leen mientras realizan la lectura.

Los estudiantes que son expertos en emplear esta táctica no solo se imaginan escenas en su mente, sino que también pueden llegar a pensar en los olores, los sonidos, las sensaciones y los sabores que se describen en el texto.

¿Cómo se puede enseñar esta estrategia en el aula? 

La mejor manera de enseñar esta estrategia de lectura a tus alumnos es comenzar leyendo en voz alta una historia. Mientras lees, describe a tus estudiantes las imágenes que se forman en tu mente.

Una vez que les hayas dado una idea de tu proceso de pensamiento mientras lees, pídeles que lo intenten ellos mismos con pequeños párrafos. Luego, deben describir las imágenes en su mente a medida que leen, y continuar así hasta que completen el texto. Con el tiempo, verás que emplearán esta estrategia de manera natural.  

3. Hacer preguntas 

Esta técnica anima a los estudiantes a pensar de forma crítica sobre lo que leen, además de ayudarles a desarrollar su propio sentido de la curiosidad. Al igual que les hacemos preguntas para estimular su pensamiento, ellos se hacen preguntas sobre un texto para iniciar su análisis de la lectura en busca de la comprensión. 

¿Cómo se puede enseñar esta estrategia en el aula? 

Indica a tus estudiantes que las preguntas deben hacerse antes, durante y después de leer. Esto les proporcionará un propósito y un enfoque para su lectura. En esta estrategia, ellos harán preguntas para comprender varios factores. 

Por ejemplo, para entender mejor el significado de algo, preguntarán cosas como: ¿qué significa esta palabra?, ¿por qué ha pasado eso?, etc. Para comprender mejor los acontecimientos y los personajes, realizarán preguntas como: ¿por qué ha hecho eso?, ¿qué pasaría si…?, entre otras. 

Realizar esta acción ayudará a tus estudiantes a encontrar la información necesaria para una mejor comprensión del texto. 

4. Realizar un resumen 

Resumir implica que los estudiantes vuelven a contar la historia o la información del texto que han leído con sus propias palabras. Para hacer un resumen eficaz, el alumno debe extraer los puntos más relevantes eliminando así la información innecesaria. Para ello, debe identificar las ideas principales y recopilar aquellos detalles importantes que las sustentan. 

¿Cómo se puede enseñar esta estrategia en el aula? 

Existen muchas actividades que ayudan a los estudiantes a adquirir una valiosa práctica para resumir los textos leídos. Algunas de ellas son subrayar las ideas principales, realizar organizadores visuales, separar el texto por párrafos, entre otras. 

Para perfeccionar esta estrategia, intenta realizar estas actividades en el aula cada vez que lean  un texto. Si esta práctica se lleva a cabo con eficacia, puede mejorar significativamente la comprensión de textos en los estudiantes. 

Además, puedes apoyarte de algún libro como Comprensión lectora de Manuel Cerezo Arriza, que contenga ejercicios y que sea fácil de utilizar en el salón de clases. De esta manera, será más sencillo para los estudiantes practicar y mejorar esta habilidad. 

Ahora ya conoces 4 técnicas para mejorar la comprensión lectora. El objetivo de emplear estas estrategias es que los estudiantes las apliquen cuando lean de forma independiente. Enfocarse en estas técnicas a lo largo del año escolar les dará la oportunidad de perfeccionar sus destrezas y capacidades a la hora de leer un texto. ¡Esperamos que esta información te haya sido útil! 

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